El volcán Cotopaxi visto desde Quito, hoy.
12 técnicos del Instituto Geofísico afirman que la actividad del volcán ha descendido. Conozca lo que han descubierto los especialistas.
El Informe Volcánico Especial Cotopaxi Nro. 2023-02, de 16 páginas, concluye que el volcán Cotopaxi ha disminuido su actividad. Este documento, elaborado por 12 técnicos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, advierte, incluso, de un escenario a corto plazo donde el coloso de la Sierra va calmándose.
Desde el pasado 21 de octubre del 2022, el Cotopaxi empezó un nuevo período eruptivo. Desde ese día empezaron las emisiones de cenizas.
La mayor intensidad fue desde diciembre del 2022 hasta febrero de este año. Los técnicos aseguran que se registraban hasta 10 emisiones por semana. Las más fuertes causaron caída de material en Quito, Mejía, Rumiñahui y Latacunga.
Sin embargo, desde finales de febrero, dice el informe, se “viene observando un descenso progresivo en las tendencias de los parámetros de vigilancia del volcán Cotopaxi, tanto en la actividad interna como en la superficial”.
Interna, porque han disminuido los sismos diarios. Y superficial porque ha descendido el flujo y la masa de dióxido de azufre, pero sobre todo por la disminución de la cantidad de ceniza que se emite.
En definitiva, el volcán activo, uno de los más grandes del mundo, tiene parámetros actuales que evidencian que su proceso eruptivo “va disminuyendo en su intensidad”.
Aunque los técnicos consideran que la evolución de la actividad a mediano plazo es incierta, debido a la naturaleza misma de los fenómenos volcánicos, si se atreven a ofrecer escenarios probables en el corto plazo, es decir, días o semanas.
Así, el más probable “es que las emisiones de ceniza sean cada vez menos frecuentes, menos energéticas y que en general la intensidad de la erupción siga disminuyendo progresivamente”.
Esto implica, columnas eruptivas de menos de 2 Km de altitud y caídas de ceniza en el Parque Nacional Cotopaxi. Muy poco en Latacunga y Mejía.
Muy poco probable, dicen los técnicos del Geofísico, una erupción catastrófica. (DLH)
