Imagen referencial. Propietarios de restaurantes y cafeterías piden más patrullajes y apoyo de las autoridades. Foto: Freepik
Los videos que se comparten en redes sociales, en donde se observan robos con armas, desmotivan a los clientes a visitar restaurantes o cafeterías en Quito.
El temor por disfrutar de una comida fuera de casa, en los últimos días, se incrementa principalmente en las noches.
Los propietarios y administradores de establecimientos de comidas y bebidas ya sienten una disminución de clientes y analizan alternativas para blindarse contra la delincuencia en sus zonas.
Miedo a salir a la calle
“Antes salíamos hasta con mis dos hijos pequeños, pero ahorita con tanta cosa que pasa ya nos da miedo y mejor nos quedamos en casa y pedimos algo”, comenta Ana Plaza, de 36 años.
Y no es la única. Valentina Armas, de 33 años, frecuentaba las cafeterías del norte de Quito con su esposo, al menos dos o tres veces a la semana. “Ya no queremos salir. En el chat de la familia pasan cada video de algún robo, que mejor evitamos cualquier susto”.
Uno de esos videos fue justamente uno que se difundió el pasado lunes, 3 de abril del 2023, de un robo en una cafetería, ubicada en el sector de La Floresta, centro norte de Quito.
Menos clientes
Verónica es propietaria de una cafetería, ubicada en la avenida República, en el norte de Quito. Ella afirma que en las últimas semanas hay menos clientes que llegan a su local o piden sus alimentos para llevar.
De hecho, ella ha sido testigo de algunos robos a los transeúntes de la zona e incluso ya han recibido amenazas bajo la modalidad de las famosas ‘vacunas’.
“Antes teníamos más gente, pero ahora prefieren venir un ratito y se van”, cuenta Verónica. El horario de atención de su local también se ha reducido, ante la falta de visitantes. El sitio abre en “horario de oficina”, hasta las 17:00 o 17:30. Pero desde hace unos días, ella atiende como máximo hasta las 16:00.
Natalia, propietaria de una pizzería en La Floresta, también desistió en su decisión de ampliar el horario de atención de su restaurante por la inseguridad.
“La gente se siente atemorizada por venir. El domingo (pasado) ya tuvimos menos gente” añade. Y para los emprendedores, como en su caso, afirma que es más complicado invertir en guardianía privada o alarmas.
Apoyo de las autoridades
La inseguridad y la afectación que eso tiene en los restaurantes de Quito y Pichincha preocupa al sector, por lo que algunos representantes piden el apoyo continuo de las autoridades y la Policía Nacional.
Para Diego Vivero, presidente de la Agremiación de Restaurantes de Pichincha (Agrepi), los patrullajes ya no son la única manera de sentirse seguros en los locales, que ya ven una disminución paulatina de comensales.
Los socios de Agrepi, que abarca a unas 200 marcas y 800 establecimientos en Pichincha, se organizan para ejecutar nuevas acciones como la campaña #RestauranteSeguro, en las que participan las plataformas que ofertan el servicio de delivery o comida a domicilio.
El plan consiste en fijar un protocolo para los motociclistas que laboran con estas plataformas, e ingresan a diario a los restaurantes, cumplan ciertas reglas para identificarse y brindar así más seguridad a los administradores de los locales y a los mismos comensales.
De acuerdo con las cifras de Quito Turismo, hasta el 2022 se registraron 3 386 establecimientos dentro de la categoría de alimentos y bebidas en todo el Distrito Metropolitano de Quito.
Alarmas comunitarias
Los propietarios de los 100 locales que pertenecen a la Asociación Gastronómica de Huecas, en Quito, también se organizan.
Wilmer Morales, su presidente, cuenta por ejemplo que al menos tres locales ubicados en el Centro de Quito, planifican una red de alarmas comunitarias.
Y aunque ninguno de los establecimientos que pertenecen a este gremio ha sido víctima de robo – aunque sí de amenazas por vacunas-, Morales insiste en que la ayuda policial y de las autoridades debe reforzarse. Los botones de pánico, indica, dice serían de gran apoyo.
Lo que ya han conseguido es que la Policía Nacional imparta charlas de prevención a los administradores. Aun así, muchos propietarios de los locales ya han decido cerrar más temprano sus puertas, por precaución.
Las recomendaciones
Las autoridades recomiendan a la ciudadanía que ante la presencia de personas sospechosas, deben comunicarse directamente al 911.
Para el caso de los locales comerciales, lo ideal es organizarse con los vecinos de la zona para alertarse entre sí de actividades dudosas a través de chats comunitarios.
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