Petroecuador y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército construyeron en febrero de 2023 un nuevo paso aéreo para colocar los oleoductos y el poliducto. Foto: Cortesía Petroecuador.
La erosión regresiva del río Coca obligó a intervenir el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) en 11 ocasiones. Por el progreso de este fenómeno la petrolera estatal Petroecuador construyó desde 2020 siete variantes, dos ‘by passes’ (desviaciones) y dos pasos elevados, en la provincia de Napo.
El último cambio en esta tubería se realizó a fines de febrero de 2023. La caída del puente sobre el río Marker, por el avance de la erosión regresiva, obligó a suspender las operaciones de esta tubería por alrededor de siete días.
El funcionamiento del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) Ecuador y el poliducto Shushufindi-Quito resultaron también afectados.
Para retomar las operaciones, técnicos de la Petroecuador y del Cuerpo de Ingenieros del Ejército (CEE), construyeron un nuevo paso elevado o paso aéreo a la altura del río Marker. Sobre esta infraestructura se colocaron los ductos.
Así, las operaciones en el SOTE se reanudaron el 28 de febrero de 2023. Mientras tanto, el poliducto y el OCP Ecuador volvieron a transportar el 2 de febrero de 2023 derivados y crudo, respectivamente.
¿Cuándo se empezaron a hacer variantes?
La cascada de San Rafael colapsó el 2 febrero de 2020. Esto provocó que su caudal se reduzca. Según un estudio que realizó la Escuela Politécnica Nacional (EPN), la ocurrencia de este evento está ligado al proceso de erosión regresiva que afecta el cauce del río Coca.
Dos meses después de este evento, las tuberías del SOTE, del OCP y del poliducto Shushufindi-Quito, por las que se transporta petróleo y combustibles, respectivamente, se rompieron el 7 de abril del 2020.
Esto se produjo por un hundimiento de 70 metros, en la zona de San Rafael, ocasionado también por la erosión regresiva del río Coca. Ante esto las firmas construyeron nuevas variantes.
Para retomar el transporte de crudo por el SOTE, Petroecuador construyó entre abril y mayo de 2020 la primera variante de este ducto. Tiene 1,8 kilómetros de longitud.
La segunda y tercera variante del SOTE
La empresa pública Petroecuador decidió el 14 de mayo del 2020 construir unas variantes adicionales (la segunda y tercera) de la tubería del SOTE como medida de prevención ante el riesgo de que un nuevo hundimiento afecte a esta infraestructura.
Entonces, esta medida se tomó, porque según la petrolera estatal el 6 y 9 de mayo de 2020 se produjo un evento erosivo significativo en el lecho del río Coca. La firma privada OCP Ecuador tomó una decisión similar.
Para poner en funcionamiento las nuevas variantes de 680 metros y 380 metros, respectivamente, Petroecuador suspendió temporalmente el 11 de junio de 2020 el transporte de crudo por el SOTE.
Con esta acción se buscó, además, evitar que un nuevo hundimiento provoque daños en esta infraestructura, porque el fenómeno de erosión regresiva avanzó hacia el río Montana, que desemboca en el Coca.
Además, estas nuevas variantes sirvieron para alejarse del cauce del río Coca, entre 200 menos y 400 metros.
Un ‘by pass’ ayudó a mantener la operación petrolera
La aceleración del proceso de erosión regresiva obligó nuevamente a Petroecuador a realizar una cuarta intervención del SOTE. Los trabajos se realizaron en julio de 2020 en el sector conocido como El Chicharrón, en Napo.
Entonces, los técnicos construyeron un ‘by pass’ de 220 metros. Esta infraestructura tenía el carácter de temporal. El propósito era que la operación del SOTE no se detenga para que no afecte a las exportaciones de petróleo.
Dos meses después se construyó la cuarta variante. Estos trabajos se iniciaron el 17 de septiembre de 2020. Esta variante tuvo 720 metro de longitud.
La quinta y sexta variante se hizo en 2021
Petroecuador informó el 5 de febrero de 2021 que iba a construir de manera preventiva dos variantes adicionales en la tubería del SOTE para proteger esta infraestructura de la erosión del río Coca.
La petrolera estatal tomó esa decisión porque la erosión regresiva del río Coca seguía activa en la zona de San Rafael. Esto representaba un riesgo para la tubería del SOTE, por la que se transporta crudo desde el Oriente hacia Balao, en Esmeraldas.
La quinta variante tiene una extensión aproximada de 603 metros, mientras tanto, la sexta variante es de 763 metros. Ambas están ubicadas en el sector de San Luis, en el límite provincial entre Napo y Sucumbíos.
Petroecuador había invertido ya en 2022 alrededor de USD 6,9 millones en la construcción de cuatro variantes y un ‘by pass’.
Mientras tanto, en la quinta y sexta variante estaba previsto invertir USD 3,6 millones adicionales.
El segundo ‘by pass’ se construyó en San Luis
La decisión de construir un segundo ‘by pass’ del SOTE se tomó en mayo de 2021. Para entonces, el proceso de erosión regresiva había llegado al sector de San Luis, en el Napo y nuevamente volvió a poner en riesgo estainfraestructura petrolera.
La estructura nueva tenía una longitud de 422 metros y demandó de una inversión de USD 1 millón, incluido un ‘by pass’ para el poliducto Shushufindi-Quito.
La construcción de la séptima variante
La construcción de la séptima variante del SOTE se inició en mayo de 2021 y concluyó en diciembre de 2021. Esta tubería nueva tiene 2,4 kilómetros y representó una inversión aproximada de USD 5 millones, incluida una variante del poliducto de 2,4 kilómetros también.
La construcción de estas variantes fue necesaria por el avance de erosión regresiva del río Coca. Este fenómeno formó un socavón en la margen izquierda de este afluente. Cerca de los oleoductos y poliducto.
Por este evento, el OCP Ecuador suspendió el 8 de diciembre de 2021 el transporte de petróleo. Mientras tanto, Petroecuador paralizó el 10 de diciembre de 2021 el bombeo de petróleo por el SOTE y el transporte de combustibles por el poliducto Shushufindi-Quito. El fin fue evitar derrames.
El primer paseo aéreo cerca del río Marker
Técnicos de Petroecuador construyeron a partir del 9 de febrero de 2022 el primer paso aéreo cerca del río Marker. La construcción de este paso elevado se ejecutó como acción preventiva ante la erosión regresiva que existe en el río Coca.
Antes este ducto cruzaba de manera subfluvial, en esta zona.
En esta zona, técnicos de Petroecuador y del Cuerpo de Ingenieros del Ejército realizaron labores de diseño, pilotaje y cimentación de las torres para el paso aéreo. También realizaron la soldadura del oleoducto.
En total fueron 330 metros que se construyeron, para prevenir afectaciones a las operaciones del SOTE y mantener una operación continua en el transporte de crudo.
Sin embargo, esta estructura resultó afectada el 22 de febrero de 2023 cuando se cayó el puente del río Marker.